¿LA MEJOR HERENCIA?

A menudo hemos escuchado la frase: “La mejor herencia que dejan los padres a los hijos es la educación”. Esta frase es una vedad a medias. Es cierto que la mejor herencia que dejan los padres a los hijos es la educación, pero, ¿qué se entiende por educación? La mayoría de personas entiende la educación como sinónimo de profesión. De tal modo que se piensa que todo profesional es una persona educada. Sin embargo, por la experiencia sabemos que hay profesionales que son mal educados.

Ser profesional tampoco es sinónimo de felicidad. Hay profesionales que se drogan, se alcoholiza, que se suicidan. Incluso, en más de una oportunidad, hemos escuchado por las noticias que algún sicólogo se ha suicidado.

Tampoco la profesión es sinónimo de éxito económico. En la vida no siempre triunfan quienes en el colegio o la universidad sacaron las más altas notas, sino muchas veces aquellos que tenían bajos calificativos. Dicen que uno de nuestros políticos en una oportunidad dijo: “¿Cómo que el Perú está mal? Haber díganme ¿Qué país tiene taxistas profesionales?”. ¡Claro que el Perú tiene taxistas profesionales…! Médicos, ingenieros, arquitectos, maestros, etc. Son profesionales, pero son taxistas.

Recuerdo que una vez un hombre pobre hizo todo lo posible por darle la carrera de ingeniería a su hija. Después que sacó su título ésta no logró conseguir un empleo en su profesión, sino sólo de secretaría en una agencia de viajes. La chica se le veía triste y apagada, pero el padre estaba feliz y él, con orgullo, contaba a sus amigos que su hija es ingeniera.

Si tal es la situación de muchos profesionales, tenemos que ser sinceros y reflexionar profundamente para tomar conciencia que ser profesional no es signo de educación, de felicidad, ni de éxito económico. Por tanto, hay que cambiar de mentalidad, dado que esta forma está haciendo daño a mucha gente.

Es cierto que la educación es la mejor herencia que dejan los padres a los hijos, pero la educación entendida en su verdadera originalidad etimológica. La palabra educación proviene del latín “educere”, que significa sacar fuera. ¿Sacar qué? Valores y virtudes como, por ejemplo, el amor, la fortaleza, la voluntad, el autodominio, etc. Por lo tanto, la educación consiste en sacar lo mejor de cada persona.

Existen tres palabras que a menudo se usan como sinónimos: formación, adiestramiento y educación. Sin embargo, ambas son totalmente distintas. La formación es para los militares, el adiestramiento es para los animales y la educación es para la personas. Pero, lamentablemente, la “educación” que se imparte en el Perú no es educación, sino formación o adiestramiento. Ahí radica el craso error.

El modelo pedagógico que se utiliza en el Perú es la educación bancaria, tan criticada por el ilustre pedagogo Paulo Freire, que ve a la cabeza de los chicos como un banco donde hay que depositar los conocimientos. Como ya hemos dicho eso no es educación.

Si educación es sacar lo mejor que hay en los chicos, entonces se trata de ayudarles a que ellos mismos sean conscientes de su potencial y que sepan explotarlo de la mejor manera. Esto exige que los educadores (padres y maestros) sean unos excelentes buscadores de tesoros.