El evangelio de San Mateo nos narra la historia de un hombre, que al irse de viaje, llamó a sus empleados y les dejó encargado sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno. Los que recibieron cinco y dos duplicaron los talentos. En cambio, el que recibió uno fue y enterró el talento por miedo (Mt. 15,14-30). Muchas veces me he preguntado ¿qué hubiese sido si al que recibió un talento le hubiesen dado cinco talentos? De hecho que eran cinco talentos perdidos, porque el asunto no cuánto recibimos, sino qué hacemos con lo que hemos recibido.
Existen personas que recibieron muy poco y ese poco que recibieron lo multiplicaron. Es conocida la historia de Nick Vujicic, orador motivacional austriaco, que no tiene brazos, ni piernas y anda por el mundo dando conferencias motivacionales. También es famoso el caso de Tony Meléndez, un cantante de música católica, que no tiene brazos y toca magistralmente la guitarra. En Perú conozco el caso de la Dra. María Angélica Echevarría, que desde los 10 años tiene un ´problema de poliomielitis y a consecuencia de ello anda en su silla de ruedas. Está mujer ha logrado hacer la carrera profesional de psicología, ha tenido muy buenos trabajos, tiene su consultorio privado, etc. También es archiconocido el caso del científico Stephen Hawking, quien tenía el cuerpo paralizado y se comunicaba con el mundo a través de una computadora.
Todos estos casos nos llevan a replantearnos la pregunta: ¿Qué es lo que tiene esta gente que recibió tan poco y ese poco que recibieron lo multiplicaron? La respuesta está en la actitud. Esa gente tiene una actitud optimista, una actitud de fe, una actitud de esperanza. Ellos no se dejan amilanar fácilmente y creen que sus limitaciones son sus oportunidades; que pueden estar limitados en algunas áreas de su vida, pero pueden desarrollarse en otros campos. Ojalá que todos fuéramos como estos personajes.
Señor no permitas que el pesimismo cunda en nuestro ser. Al contrario, danos optimismo para entender que nuestras limitaciones pueden esconder posibilidades insospechadas que nos pueden ayudar a crecer y a madurar. Amén.