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Padre Walter Malca - Un ser humano al servicio de la humanidad

Padre Walter Malca - Un ser humano al servicio de la humanidad

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¡Levántate! “Naciste para triunfar” es un boletín motivacional, que se publica mensualmente y se distribuye gratuitamente. Se financia con donaciones voluntarias de las personas que, ante el derrumbe de valores, creen que se puede hacer algo para construir un mundo mejor, donde reine el amor, la paz, la alegría y la esperanza.

TEMAS MÁS FRECUENTES

Los temas más frecuentes que suele disertar son:

  • Vales más de lo que piensas.– Es un tema de autoestima que tiene como objetivo ayudar a la gente a descubrir su riqueza interior.
  • La alegría de vivir.– Esta conferencia, inspirada en el consejo de san Pablo quien decía “Estén siempre alegres en el Señor” (Filp. 4,4), ayuda a la gente a descubrir que la alegría es una emoción humana y cristiana que debemos cultivarla porque nos trae una serie de beneficios humanos y espirituales.
  • El poder de las creencias.– Esta conferencia ayuda a descubrir que para lograr nuestras metas y objetivos es necesario creer que lo podemos lograr. Está inspirada en un principio psicológico: “Si crees que puedes tienes razón y si crees que no puedes también tienes razón”.
  • Todo sucede por algo.– Este tema ayuda a la gente a descubrir el sentido de su vida. Está inspirado en el texto de San Pablo que dice “todo sucede para el bien de los que aman a Dios” (Rom. 8,28) y en la frase de Víctor Frankl, quien dijo “el que tiene un porqué para vivir soporta cualesquier como”.
  • Cómo triunfar sobre el desaliento.– El desaliento es una de las actitudes más absurdas que asumen las personas, pues le roba energía y vitalidad. Esta conferencia llena de fe, esperanza, optimismo y motivación a las personas.
  • Como cuidar nuestro mundo emocional.– Las emociones juegan un papel importante en nuestra vida, con ellas nos podemos sentir felices o desdichados. Esta conferencia ayuda a los participantes a cuidar su mundo emocional para no sucumbir evitar el estrés, la angustia, la ansiedad y la depresión.
  • Cómo ser feliz a pesar del sufrimiento.– Inspirados en el ejemplo de Jesús, ayudamos a la gente a descubrir que el sufrimiento es parte de la vida y que hay que asumirlo con valentía y coraje, e ir más allá del sufrimiento.
  • Descubre tu poder.– Esta conferencia, inspirada en el salmo 8, ayuda a la gente a descubrir su poder interior.
  • El poder de la esperanza.– Esta conferencia, inspirada en el famoso refrán “la esperanza es lo último que se pierde”, ayuda a la gente a no rendirse fácilmente, a luchar por sus sueños y a mantener encendida la llama de la esperanza.

“Todas las personas llevamos en nuestro interior un manantial de riqueza, de alegría, paz, amor y poder. Tenemos que descubrir ese manantial y hacer que aflore para que inunde nuestra vida de felicidad”.

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Escritos

TEN PACIENCIA

TEN PACIENCIA

Autor: P. Walter Malca Rodas; C.Ss.R

Hola: Yo soy Jesús, tu amigo. En esta ocasión quiero hablarte de la paciencia y el aliento.

La paciencia es un don muy hermoso, que solo yo te puedo dar. Recuerda que en una oportunidad mi apóstol Pedro dijo: “La paciencia de Dios es nuestra salvación” (2Pe. 2,15). Y eso es verdad, porque si yo fuera impaciente con los defectos, las imperfecciones, los pecados y las maldades de los hombres, hace tiempo que hubiese terminado con toda la humanidad. Pero no, yo soy paciente. Y gracias a mi paciencia los hombres tienen la oportunidad de convertirse a mi amor y encontrar el perdón y la redención. Por esta razón te pido que aprendas a ser pacientes conmigo y con los demás.

La paciencia es un ingrediente esencial del amor. Mi apóstol Pablo lo dijo claramente: “El amor es paciente” (1 Cor. 13,4). Por eso te digo: si deseas ser paciente ámenme y el amor, expresado en paciencia, se reflejará en tu rostro, en tus gestos, en tus actos y actitudes. Ámeme, porque yo te amo mucho. Porque te quiero demasiado di mi vida en la cruz, por ti. Mi sangre es tu sangre. No hagas infecunda la sangre de la vida.

La paciencia es fruto de la fe y de la esperanza. Ten fe y esperanza y yo estaré con contigo. No te desesperes, no se angusties con tus problemas, ellos son parte de la vida. Afróntalo con valentía y coraje, y con la esperanza de que podrás solucionarlos, ayudado con mi gracia.

No te desalienten por tus pecados, imperfecciones, limitaciones y debilidades. Todo ello es parte de la condición humana. Yo te comprendo, porque también soy humano como tú. Yo también tuve tentaciones, pero nunca caí. Mi triunfo es tu triunfo. Es la prueba de que podes ser fuerte y vencer.

Si caes no te desesperes. Recuerden siempre que yo estoy ahí para extender mi mano y levantarte. Por eso, si estás abatido, en esta oportunidad te digo:

Ánimo, Levántate. Toma tu cruz y sígueme. Tienes una fuerza impresionante. Tu fuerza es como la roca cimentada en un cerro

Confía en ti mismo. No dudes de ti. Tú tienes un enorme potencial guardado, en el fondo de tu corazón, pero aún no lo has descubierto. Descubre ese potencial, cultívalo, y sácalo afuera. No dudes, no temas, porque yo estoy contigo. Yo te amo, yo te quiero, yo te protejo. Eres muy importante y valioso para mí.

Confía en ti, pero también confía en mí. Yo siempre estoy junto a tu lado para amarte, protegerte, y darte mi fuerza. No estás solo. Yo estoy aquí contigo, mi madre también está contigo, mis amigos, el Padre Celestial y mi Espíritu.  Estás con toda la corte celestial. Por tanto, no tienes por qué temer.

Solo confía en mi sabiduría y espera con paciencia el cumplimiento de mis planes, que son planes hermosos, llenos de vida y bendición.

Pide a mi Madre mucho la paciencia y el aliento y ella intercederá por ti.

Te quiero y te bendigo,

Tu amigo, Jesús.

 

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA ALCANZAR LA PACIENCIA

 

Adquirir la paciencia no siempre es fácil, se necesita esfuerzo, dedicación fe y decisión. Igual que todas las virtudes ésta también se cultiva a través de un proceso lento. Aquí te damos algunos consejos para que aprendas a ser paciente:

  • Toma conciencia que no es bueno actuar precipitadamente, porque podemos lamentarnos de nuestras acciones.
  • Ora, la oración es la fuente de la paciencia. Muchas veces Dios no nos da inmediatamente lo que le pedimos para que cultivemos la fe, la esperanza y aprendamos a tener paciencia.
  • Comprende que en la vida todo tiene su proceso, todo tiene su ritmo y nada sacamos con ponernos ansiosos, nerviosos y angustiados.
  • Descubre que en la vida todo cambia, todo fluye, todo pasa. Por más difícil que sea la situación en algún momento pasará.
  • Respira hondo, el viejo método de contar hasta diez funciona.
  • A algunos les ayuda caminar.
  • Convéncete que no todo está en tus manos, hay algunas cosas que no puedes controlar, pero sí puedes controlar tu reacción frente a ellas.

Bueno, esto son simplemente algunos consejos, tú por tu parte puedes investigar sobre el tema, también puedes consultar a personas sabias. Que Dios te bendiga.

 

ORACIÓN PARA PEDIR LA PACIENCIA

 

¡Oh! Jesucristo, que dijiste «aprendan de mí que soy paciente y humilde de corazón» (Mt. 11,29), concédeme la PACIENCIA suficiente para soportar las adversidades de la vida, las largas esperas, para adaptarme a los imprevistos, para tolerar lo que me da fastidio, para convivir con mis límites.

Cristo, concédeme la PACIENCIA necesaria para tolerar al intolerante, para dialogar con el insensible, para perseverar ante las frustraciones, para creer que contigo lo imposible es posible.

Cristo, concédeme la PACIENCIA indispensable para apreciar las cosas sencillas, para asumir el desafío de cada día, para poseer un corazón servicial y para confiar en tu providencia.

CRISTO de la PACIENCIA, que se cumpla en mí tu promesa: “Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia». (Mt. 13,4).

Y tú, María, Madre de Jesús, el hombre de corazón manso, ten piedad de mí y alcánzame el don de la paciencia para perseverar en mi largo caminar, siguiendo las huellas de tu Hijo, que con tan enorme paciencia redimió a la humanidad. Amén.

Padre Nuestro… Ave María… Gloria…

CREE EN MÍ Y EN TI

CREE EN MÍ Y EN TI

Walter Malca Rodas; C.Ss.R.

 

HOLA AMIGO: SOY JESÚS, TU AMIGO, el que todo lo puede, en esta oportunidad quiero hablarte de la gran confianza que debes tener en ti y en mí.

 

Aunque estés en los problemas más álgidos y terribles no te desesperes, ni te angusties. Guarda la calma y cree que todo se va solucionar de la mejor manera. Tú eres muy importante y muy valioso para mí y no voy a dejar que nada malo te suceda. Yo te amo demasiado con un amor inmenso, con un amor grande, con un amor infinito; y por el gran amor que te tengo te voy a salvar y te voy a ayudar a solucionar tus problemas. Solamente tienes que creer en ti y en mí. Si tienes fe tus batallas ya están ganadas. Por eso recupera la confianza para que crezca tu fe, pues donde hay confianza hay fe.

 

¿Estás enfermo? ¿Gravemente enfermo? No te desesperes creyendo que ya es el final del camino. No, no tengas miedo a la muerte, pues la muerte no es el final, sino el inicio de una vida plena, maravillosa, extraordinaria, magnífica; una vida que ni siquiera te puedes imaginar. Si crees que tu misión aún no ha terminado en la tierra, y esa es la voluntad de mi Padre, confía en mí y en mi infinita sabiduría, pues yo te puedo sanar. Yo soy el Gran Doctor que sano, aún cuando las enfermedades sean las más terribles; incluso cuando los médicos humanos te hayan desahuciado, yo te puedo sanar. Solamente tienes que recuperar la fe en mí y en mi santa voluntad. “Cree y serás salvo tú y tu familia” (Hech. 16,31). Yo he sido enviado para sanarte y lo voy a hacer, si tú crees que es posible. Por su puesto, cumple con las prescripciones médicas, pues yo actúo a través de ellas.

 

No te desesperes, no te angusties. El demonio quiere arrancarte lo más hermoso que tienes: tú fe. No le des gusto al demonio. Cuida tu fe. Protege tu fe. Ora, reza, suplica. Yo siempre te escucho. Aunque a veces hago silencio, eso no quiere decir que no te escuche. Yo siempre te escucho, pero sé qué es lo que te conviene. Por eso te pido que confíes en mi santa y sabia voluntad. Yo siempre deseo el bien para ti. Deseo tu bienestar más que tú mismo. Por eso, confía en mí, y en mi palabra.

 

Mi Palabra, que es la Palabra de mi Padre, siempre va a estar en tu corazón (Dt. 30,14). Esa palabra es la semilla de la fe y de la espiritualidad que crecerá si la cultivas con amor y dedicación. Mi palabra es poderosa. Por eso, confía en ella. Yo soy un hombre de palabra, cumplo lo que prometo. Por eso, puedes confiar en mí.

 

Jamás dudes de mí, de mi amor, de mi misericordia y de mi poder. Yo jamás dudo, ni dudaré de ti. Yo siempre confío en ti. Eres tú quien tiene que aprender a creer en ti mismo. Cree que puedes, cree que puedes hacer cosas grandes y maravillosas, pues para eso te he creado. Tú tienes un enorme potencial, que no lo has descubierto. En tu interior tienes una mina de oro. ¡Descúbrela! ¡Explótala! Y serás rico de verdad: rico materialmente y espiritualmente.

 

Jamás desconfíes de mí. Yo siempre te voy a dar mi apoyo. Es el mismo apoyo que recibo de mi Padre. Ese apoyo te voy a dar como muestra de mi amor. Confía siempre en mí.

 

Tu amigo que quiere,

 

Jesús.

 

 

MI PADRE ES EL PILOTO

Un niño muy educado y formal subió a un avión, buscó su asiento y se sentó. El niño abrió su cuaderno de pintar y empezó a colorearlo. No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión.

Durante un buen rato, hubo tormenta y mucha turbulencia. En un determinado momento hubo una sacudida fuerte, y todos se pusieron muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.

¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué estaba tan calmado? Una mujer frenética le preguntó:
Niño: ¿no tienes miedo? No señora-, contestó el niño y mirando su cuaderno de pintar le dijo: «Mi padre es el piloto».

¿Sorprendido? Hay tiempos en nuestra vida en los que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos donde agarrarnos y no nos sentimos seguros. Pero recuerden que nuestro amantísimo Padre Celestial es nuestro piloto. A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador del cielo y la tierra. Y la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, siéntete confiado y di para ti mismo:

¡Mi Padre es el piloto! (autor: Anónimo)

 

RECIBE, SEÑOR

(Oración de san Camilo de Lellis)

Recibe, Señor, nuestros miedos
y transfórmalos en confianza.
Recibe, Señor, nuestro sufrimiento
y transfórmalo en crecimiento.
Recibe, Señor, nuestro silencio
y transfórmalo en adoración.
Recibe, Señor, nuestras crisis
y transfórmalas en madurez.
Recibe, Señor, nuestras lágrimas
y transfórmalas en plegaria.
Recibe, Señor, nuestra ira
y transfórmala en intimidad.
Recibe, Señor, nuestro desánimo
y transfórmalo en fe.
Recibe, Señor, nuestra soledad
y transfórmala en contemplación.
Recibe, Señor, nuestras amarguras
y transfórmalas en paz del alma.
Recibe, Señor, nuestra espera
y transfórmala en esperanza.
Recibe, Señor, nuestra muerte
y transfórmala en resurrección.
Amén.

LA FUERZA CURATIVA DEL ABRAZO

LA FUERZA CURATIVA DEL ABRAZO

 Walter Malca Rodas; C.Ss.R.

 

En un retiro que prediqué a un grupo de jóvenes religiosos en Paraguay sobre la vida afectiva  recabé los siguientes testimonios sobre el abrazo:

Un joven decía: “Yo siempre he tenido miedo a abrazar a las mujeres, mucho más a los hombres. Eso me parecía inconcebible. Pero en una oportunidad estuve con gastritis. Una señora, al verme en esa situación, me preguntó qué tenía. Le dije que me sentía muy mal por mis ardencias estomacales. Ella, después de escucharme, me dio un fuerte abrazo que me hizo sentir muy bien. Ese día experimenté una gran mejoría. De esta manera aprendí la fuerza curativa que tiene el abrazo. Ahora, a menudo expreso mi aprecio con un fuerte abrazo.”

Otro joven expresó: “En mi juventud yo estaba totalmente perdido. Yo trabajaba y ganaba un buen sueldo. Como no había asumido ninguna responsabilidad, me encontraba metido en droga, alcohol, promiscuidad sexual, y en un sin fin de vicios. Cuando me reunía con mi grupo de supuestos amigos me sentía admirado, importante. Yo quería salir de esa situación, pero no podía. Mi voluntad estaba tan debilitada. Pero en una oportunidad mi madre me esperó en la sala con mucho cariño y gran paciencia. Me recibió con suma amabilidad, me llevó al cuarto y ahí me abrazó muy fuerte y me dijo que me quería mucho, y que en virtud de ese amor estaba muy preocupada por mí, porque si sigo en ese camino voy rumbo a mi destrucción. Este gesto y estas palabras fueron suficientes para salir del atolladero en el que me encontraba.  Ahí me di cuenta que mamá, de verdad, me quería. Su abrazo me hizo sentir la fuerza de su amor. Me di cuenta que su amor era sincero porque no me estaba manipulando con el tema de la culpa. Antes, a menudo trataba de manipularme con sus llantos, que me llenaban de culpa y me hacía sentir mal. Para calmar ese malestar tenía que tomar o fumar. Pero esta vez fue distinto. Su serenidad me dio serenidad.”

Otro joven dijo: “En casa papá no mostraba sus sentimientos. Mi hermano menor se metió en drogas, alcohol, pandillas. En una oportunidad llegó a casa y empezó a romper los vidrios de las ventanas, tiraba las cosas, etc. Yo lo tomé por la fuerza y lo metí a su habitación. Le dije que se olvide de mí, que yo no soy su hermano, que estoy profundamente decepcionado de él. Mi hermano lloraba. Pero luego lo abracé y le dije que me perdone por lo que le he dicho, que es cierto que siento tristeza por la situación en la que está y por lo que ha hecho en la casa, pero que sobre todo eso yo lo quiero mucho, que es mi hermano. Desde aquella oportunidad mi hermano cambió. Empezó a estudiar. Terminó sus estudios. Ahora está trabajando y gana bastante bien.”

Todos estos testimonios tienen algo en común: la fuerza curativa del amor, expresada en un abrazo. El abrazo aporta una serie de beneficios: nos da la sensación de sentirnos protegidos, nos da seguridad, confianza, fortaleza, salud, autovaloración, etc. Alguien ha escrito que con el abrazo “llevamos vida a nuestros propios sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos”.

Dicen los sicólogos que todos tenemos la necesidad de amar y de ser amados. El abrazo es un medio extraordinario para manifestar el amor. Yo sé que en nuestra sociedad no es frecuente abrazar. Sin embargo, yo lo animo a que abrace. Abrace a su esposo(a), a sus hijos, a sus padres, a sus familiares, a sus amigos. En fin, abrace a todo el mundo.

 

EL ABRAZO TERAPÉUTICO

 

Cuando tenemos un mal día nos gusta que nos abracen… ¿por qué necesitamos ese gesto tan cariñoso? Aunque esto pueda parecer muy sentimental, la explicación viene de la ciencia.

Las personas nos abrazamos con una duración media de 3 segundos. Pero unos investigadores han descubierto que cuando un abrazo se alarga hasta los 20 segundos o más, se produce un efecto terapéutico tanto para el cuerpo como para nuestra mente.

Y es que un abrazo dado con sinceridad produce una hormona comúnmente denominada como la hormona del amor, científicamente llamada «oxitocina». Esta sustancia nos ayuda a relajarnos, a sentirnos seguros, a superar nuestros miedos y a paliar nuestra ansiedad.

La ventaja de este remedio casero es que es gratuito y accesible en todo momento, siempre que tengas a alguien al lado. Si estás a la espera de que nazca tu bebé, si sabes de alguien que ha tenido un mal día o está pasando por un mal momento, un abrazo a largo plazo es el mejor remedio para hacer de ese instante algo mágico y renovador. (Fuente: www.periodismodigital.com)

 

 

 

ABRÁZAME, SEÑOR

 

Abrázame, Señor,

quiero sentir tu presencia,

quiero sentir tu amor,

quiero sentir tu cercanía.

Abrázame, Oh, Padre,

como abrazas al Hijo pródigo,

que regresa arrepentido a la casa.

Abrázame y bésame, Señor,

quiero sentir la ternura de tus labios.

Abrázame Jesús,

como abrazaste a la oveja perdida,

tómame en tus brazos

y llévame al rebaño.

Abrázame, Señor,

a pesar de mi pecado.

Limpia mi corazón

con tu abrazo redentor.

Purifica mi alma

con el fuego de tu amor.

Amén.