El sufrimiento es una parte esencial de la vida de todo ser humano, pero muchas veces se piensa que cuando uno sufre es señal de que “ya está destinado a sufrir por siempre” o que simplemente “la felicidad no fue hecha para él o ella”. Sin embargo, el dolor, siendo una fibra muy sensible de la existencia humana, tiene un origen que hace que este se clasifique en diferentes tipos de sufrimiento. Veamos.
El sufrimiento físico
El sufrimiento psicológico. Puede tener dos causas: la falta de sustancias químicas en el cuerpo, pero generalmente es ocasionado por nuestra forma equivocada de pensar, es decir por nuestras ideas irracionales absurdas, como por ejemplo: “Es terrible” (Terribilitis), “Tengo que hacerlo todo bien, o muy bien” (Perfeccionismo), “Todas las personas tienen que tratarme bien y con justicia”, “Las cosas que suceden me tienen que ser favorable”, “Tengo que ser alguien en la vida”, “Tener buena salud es fundamental para ser feliz”, “Si me preocupo mucho lo evitaré”, “si deseo mucho lo conseguiré”. A esta forma de pensar le conoce como el pensamiento mágico.
¿Pero…qué hacer ante este tipo de situaciones?
Descubrir nuestras ideas irracionales y cambiarlas por ideas racionales; en mi caso de sacerdote y terapeuta espiritual propongo: Descubrir nuestras ideas irracionales y cambiarlas por ideas espirituales: ideas que promuevan la fe, la esperanza, el optimismo.
Descubrir que no todo sufrimiento es malo, que el sufrimiento puede ayudarnos a crecer, madurar y ser mejores en la vida.
Aprender a ser solidarios.- A veces el dolor, el sufrimiento nos hace egoístas, creyendo que somos los únicos que sufrimos. Pero cuando abrimos nuestros ojos y nos damos cuenta que no somos los únicos que sufrimos, sino que junto a nosotros hay un mar de sufrimiento y que nosotros con nuestro dolor y sufrimiento podemos solidarizarnos con el dolor y sufrimiento de los demás las cosas cambian.
Espiritualizar el dolor.– Mi propuesta es asociar nuestros sufrimientos a los sufrimientos de la pasión del Señor, tal como dijo San Pablo: “Completo en mi cuerpo los sufrimientos que faltan a la pasión del Señor”. No hoy en el la historia de la humanidad alguien que haya sufrido más que Jesús.
Despertar la fe y la esperanza.– La fe nos ayuda a entender que no estamos solos en nuestro dolor, en nuestro sufrimiento; sino que junto a nosotros hay alguien que conoce hondamente nuestro dolor, nuestro sufrimiento y que está ahí para fortalecernos. La esperanza nos ayuda a descubrir que el dolor y el sufrimiento no es la estación final, sino que la estación definitiva es la resurrección, la alegría, la felicidad.
Es por ello que el padre Walter Malca Rodas brindará una conferencia titulada “LA FELICIDAD A PESAR DEL SUFRIMIENTO” Sentimos que esta es una gran oportunidad para que puedas conocer un poco más de cómo afrontar de una manera estas situaciones en las que sientes que YA NO PUEDES MÁS ¡ANÍMATE Y NO DESAPROVECHES ESTA OPORTUNIDAD QUE MARCARÁ UN CAMBIO RADICAL EN TU VIDA!