“Hay que reír porque Cristo trajo la alegría, buen humor y la Buena Nueva”

Por: Teo Zavala Palacios (Fuente: Diario El Tiempo)

Este cura dice no tener cura. Sin embargo, parece que entre la Biblia y el púlpito esconde la cura para la tristeza. A todo le pone una dosis de humor. Ha escrito 16 libros. Es un ‘facebukero’ empedernido, da entrevistas en la radio, no para evangelizar sino para contar chistes y nunca pierde la oportunidad de tomarse una selfie con sus amigos, conocidos y gente que, a veces lo aborda por la calle. Walter Malca es un cura  fuera de lo común, tanto como lo es que un hijo de  una mujer evangélica sea sacerdote católico.

 –Ha escrito un libro “El cura sin cura”. ¿Cómo llegó al extremo de no tener cura?

–Es un frase simplemente que ya la había escuchado en Ecuador. Ahí un padrecito dijo “quién curará la locura del cura, y el que la cura comete una locura”. Este año, en marzo, me llaman de ATV y me invitan a una entrevista que salió un jueves y luego la repitieron. Y le pusieron ‘el cura sin cura’. No tenía muy madura la idea para el título, pero de ahí salió el libro.

 

-¿Qué número de libro es?

-El 16. Siempre había querido escribir un libro de chistes, aunque yo creía que lo mío era solo lo intelectual, pero los chistes son lo más intelectual que puede haber. No es nada fácil escribir un libro de chistes. Se necesita una gran inteligencia, porque uno puede hacer llorar a cualquier tipo de persona, pero hacer reír es difícil. El humorista tiene un don especial.

 

-¿Usted fue al programa “Los Chistosos de RPP”?

-He ido y lo pasamos muy lindo. Fue una entrevista que ni siquiera la tenía preparada pero la “Chola Puca” de ATV me había invitado a su conferencia de prensa por su aniversario. Ella me había hecho una agenda y estaba la entrevista con Los Chistosos. Tenía ganas de conocerlos, pero se dio sin que yo lo haya preparado.

 

-¿No le da miedo traspasar la línea del sacerdote y caer en el espectáculo?

No.

 

-¿No hará un espectáculo del sacerdocio?

Al menos creo que me mantengo dentro de lo correcto. Lo que pasa es que tenemos una imagen del sacerdote serio. No es así. Había un padrecito que salía a la misa con una pelotita de esas que dan bote y decía “al que le caiga esta pelotita es un pecadoooor”, y la lanza y  cae en la cabeza de un calvo y le rebota al cura… y el cura dice “de rebote no valee” (risas).

 

-Padre… el sacerdote tiene que ser serio

Hay un estereotipo de sacerdote, serio, rígido, pero creo que no es la única forma de ser sacerdote. Además somos discípulos de Cristo. Jesús fue muy gracioso y  humorista. En el evangelio, en su vida hay mucho humor. Los judíos que siempre han sufrido porque no tenían un territorio, han perseverado por el humor, el chiste. Charles Chaplin es judío y Jesús pertenece a ese pueblo fiestero, alegre, chistoso. Quizá no hemos conocido al verdadero cristo.

En el evangelio hay algunas bromas. Cuando Jesús caminó sobre las aguas y Él se acercó y los discípulos creían que era un fantasma, de alguna forma era una broma y ahí les dio un mensaje. Hay humor y exageración, por ejemplo cuando dice que hay que perdonar 70 veces siete o cuando dice que es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, eso es humor judío. Hay que reír porque Cristo trajo alegría, buen humor y la Buena Nueva.

 

-¿En qué momento usted se decide a contar los chistes en la misa?

-Ha sido un proceso. Vengo de una familia muy cómica. Mi madre dice que mi papá tenía un cuaderno de chistes y mi abuelo era muy bromista. Siento que en la escuela no he sido tan bromista. He sido el nerd, el inteligente que sacaba buenas notas. Cuando estaba en el Seminario contaba algunos chistes. Cuando me ordené sacerdote hacía algunas cosas cómicas, hacía muecas. Aquí en Piura trabajaba en la iglesia San Sebastián, una iglesia solemne, el púlpito está lejos de la gente. En el año 2008 fui a Cascas, bajé unos audios de unos cómicos argentinos, a quienes les debo mucho.  Y entonces tenía mi repertorio. Cuando fui a Lima le contaba a la gente los chistes, luego en Piura y así me hice de una nueva faceta.

 

–¿Cómo entra a las redes sociales?

-Tengo un grupo de jóvenes que me ayuda con ello y a uno se le ocurrió poner un chiste que había hecho en una homilía y se reprodujo tanto que me llamaron de la televisión, la radio… Las redes sociales me popularizaron.

 

-¿Qué dicen sus superiores?

-Algunos lo ven bien, otros no.

 

-¿No le han jalado las orejas todavía?

-No. Hay obispos que me envían correos y me alientan a seguir. Hay que recordar que Jesús dijo: “He venido a traerles la alegría para que su alegría llegue a su plenitud”. Yo no hago un show  en la misa. Me considero muy tradicionalista. Hay sacerdotes carismáticos que aplauden, bailan. Lo único que hago diferente es la homilía, porque cuento algunos chistes.

 

-¿No convierte la misa en un espectáculo cómico?

-No. No es contar el chiste solo para que se rían. Hay que dejar una enseñanza. Cuando uno está con la mente relajada el conocimiento entra mejor. En la homilía se quiere trasmitir un conocimiento, un mensaje. Entonces hay que relajar a la gente.

 

-¿Hay gente que lo critica?

-Sí. Dicen que cómo es posible que cuente chistes en la misa, que es el sacrificio de Cristo. Sí, pero la misa tiene tres dimensiones: es memorial, memoria viva del sacrificio de Cristo, pero también es banquete y nadie va a un banquete a estar triste. También la misa es Pascua. Celebramos la Pascua del Señor y hay gente que se ha quedado en el sacrificio, no ha descubierto la alegría de la Resurrección.

 

-¿Qué viene después?

-Me he sentido tentado y creo que tengo la capacidad de hacer un monólogo.

 

-Un unipersonal…

-Sí creo que estoy en capacidad de hacerlo para que la gente se ría. Aunque la idea no me interesa mucho. Para mí el chiste no es un fin si no un medio, una herramienta para transmitir un mensaje. Tengo las ideas bien colocadas en ese sentido. Tengo clarísimo lo que debo hacer. En la misa no hago un show. En la homilía me sale por ahí  un chiste.

 

-Va a conservar la solemnidad de la celebración eucarística siempre.

-Claro. Soy muy tradicionalista.

 

-¿Cuál es el resultado?. ¿Hay más asistencia a sus misas?

-Sí. Recibo comentarios de todo tipo. La mayoría positivos y tengo experiencias de gente que se ha0 acercado a la iglesia por esta nueva forma de ser que es diferente. Recuerde que la oveja negra no es mala porque sea negra, solo es diferente y tiene derecho a serlo.

 

-¿Con los jóvenes este recurso le da resultado?

-Sí. El humor me permite llegar a la gran mayoría de gente. Sin embargo, no tengo mucha llegada con los niños. Hago mucho esfuerzo.

 

-¿De dónde saca los chistes?

-Ese es el gran misterio.

 

-¿Se los inventa?

-A veces. Pero veo cosas muy cómicas y escucho a los cómicos cordobeses. Dios guía mi vida y me pone las cosas. Quiero conocer a los cómicos cordobeses y seguro se dará.