LA FUERZA DE LA FE

La Oración, Biblia, Cristiano, Manos Juntas, Religión

Hay mucha gente que dice: “¿Para qué sirve la fe? ¿Qué sentido tiene creer en Dios? ¿Tiene alguna importancia tener fe?”. Siguiendo en esta línea de pensamiento el Director de un colegio le decía a un profesor de religión: “¿Para qué sirve la religión? Yo siento que la religión es lo más tonto e inútil que hay en la vida. Yo no entiendo por qué el Estado gasta tanto dinero en el curso de educación religiosa. Yo pienso que todo esto debe desaparecer”.

Así hay gente, igual que el Director de este colegio, que piensan que la religión y la fe deben desaparecer. Sin embargo, ellos no son conscientes de los enormes beneficios que la fe brinda a la vida de las personas. Es cierto que esas personas, muchas veces, fundan sus posturas en los malos ejemplos ocasionados por gente religiosa. Por ejemplo, suelen mencionar el caso de las guerras santas, la inquisición, el antitestimonio de personas religiosas, etc. En honor a la verdad, con toda humildad, es bueno reconocer que hay personas religiosas que con su mal proceder hacen mucho daño al mensaje que predican, pero también es bueno tomar conciencia que hay gente buena y honesta que con su testimonio nos ayuda a tomar conciencia que la fe es importante y necesario en la vida de los hombres.

¿Qué la fe brinda algunos beneficios? Eso nos lo revela el ejemplo del joven que estamos analizando. Recordemos que él estaba desesperado pero cuando la abuelita le regaló la Biblia y él empezó a leerla se dio cuenta que la fe de los israelitas les dio fuerza para atravesar el desierto y afrontar otras circunstancias difíciles. Fue ahí cuando el joven descubrió que si los israelitas fueron capaces de afrontar circunstancias tan duras con la fuerza de su fe; él estaba seguro que también afrontaría con valentía su condición carcelaria. La fe es la que le salvó del suicidio cuando le denegaron su libertad. Él dijo: “si he aguantado 20 meses no me voy a matar porque me postergan 15 días”. Fue ahí cuando siguió leyendo su Biblia.

Definitivamente la fe es la ayuda a afrontar los problemas con valentía y coraje y ayuda a salir airosos en las más duras adversidades de la vida. La fe es el antídoto contra la desesperación y la solución para las causas imposibles. Recordemos que la fe ayuda a los adictos a superar el alcohol o a la droga. Los integrantes de Alcohólicos Anónimos siguen un programa de 12 pasos y uno de ellos es creer en la fuerza superior. Es esta fuerza la que le sacó a Oscar Rodríguez, uno de los fundadores del Alcohólicos Anónimos, en Perú ha salir de las garras del alcohol. Su caso fue un caso límite: el fue alcohólico desde los 8 años. Desde aquella edad tuvo 18 internamientos. Cuando ya estaba desesperado y creía que su caso ya no tenía cura fue ahí cuando tuvo la suerte de conocer Alcohólicos Anónimos y éstos le ayudaron a creer en el poder de la fuerza superior.

Que la fe es la solución cuando ya no hay esperanza. Lo dice el Dr. Fernando Maestre, eminente siquiatra peruano. Éste profesional en una oportunidad hizo la presentación de mi libro “El mejor sicólogo, usted mismo”. Él dijo que parece que Freud no fue tan ateo como uno cree. Parece que él presumía de ser ateo porque vivió en un contexto donde la religión no era bien vista. Por este motivo, para no complicar su obra él presumía de no ser creyente. Pero en el fondo sí creía en Dios.

Para probar esta afirmación anotó una anécdota. Maestre nos dijo a los asistentes a aquel evento que Freud estaba tratando a un paciente de los Estados Unidos y éste viajaba con cierta periodicidad a Europa para recibir el tratamiento de este profesional. Después de unos años de sicoanálisis y al ver que no tenía progresos Freud le dijo a su paciente: “vea, yo ya no puedo hacer nada por usted. Yo ya he usado todos los recursos que tengo a mi alcance y usted no ha tenido mayor progreso”. Dicen que el paciente le respondió: “Si usted no puede ayudarme en este mundo, entonces ¿quién podrá ayudarme?”. Ante tal pregunta Freud le contestó: “Sólo un impacto de la gracia, un impacto de espiritualidad podrá ayudarle”.

Definitivamente la fe ayuda a afrontar los problemas de la vida, ayuda a tener una vida más serena y sosegada, la fe contribuye a la paz, a la armonía. Por este motivo es importante cultivar la fe en nuestro corazón.

La fe verdadera es creer que estamos en las manos de Dios…Creer que pase lo que pase Él no nos va a dejar caer de sus benditas manos y que si alguna vez caemos Él extenderá su mano grande y poderosa para sacarnos de la profundidad del abismo. Fe es creer que su sabiduría rige los destinos de las personas y del universo. Fe es creer que Él siempre nos asegura su amor, su protección, su cariño y su bondad.

Esta fe, llegado a este nivel, contribuye a la felicidad de la gente. Por eso, público presente, yo quiero animarles a ustedes a ser hombres y mujeres de fe. Que Dios, por la intercesión de María Santísima, mujer creyente, les conceda una fe robusta que sea capaz de mover montañas, las montañas pesadas de nuestro corazón. Que el Señor les bendiga y la Virgen les acompañe siempre.

Muchas gracias”.

            De este modo terminé mi intervención y cuando dije las últimas palabras, el público que estaba estupefacto, irrumpió con un estruendoso aplauso. Yo me retiré del escenario, mi asistente se acercó tomó mi portafolio y lo puso en el maletín. Se acercaron los organizadores del evento y nuevamente me dieron las gracias. Yo les dije que estaba muy agradecido de ellos por su gentil invitación y que será hasta otra oportunidad, Dios mediante. Con un apretón de manos me despedí, salí contento del recinto y tomé el taxi que me estaba esperando en la puerta y me dirigí a mi casa.

Por: P. Walter Malca Rodas; C. Ss. R.

Del libro «La perla preciosa».