P.Walter Malca Rodas; C.Ss.R.
La palabra rosario viene del latín rosarium, que es una palabra compuesta por rosa, que hace referencia a la flor y del sufijo arium, que indica pertenencia, es decir que pertenece a la rosa. Literalmente rosarium sería jardín de rosas. Por tanto, la palabra rosario está relacionado con las rosas. Es este sentido el rosario es un conjunto de rosas, representadas en cada Ave María, que le presentamos a la Virgen. Recordemos que la rosa es un símbolo místico muy antiguo, e incluso a la Virgen se le conoce como Rosa Mística.
El Rosario es la oración más recomendada por los papas y los santos. Se cree que esta oración fue enseñada por la Virgen a Santo Domingo. Pero más allá de que sea cierta o simplemente sea una leyenda piadosa, el rosario se popularizó en la Edad Media, donde la mayoría de las personas no sabían leer, ni escribir y los monjes evangelizaron, dando a conocer a Jesús, mediante el rosario, porque en él se medita episodios de la Vida de Jesús. Por eso, el santo Redentorista Clemente María Hofbauer le llama “mi biblioteca”.
Después de la celebración eucarística y de la liturgia de la Horas, el Rosario es la oración más poderosa, porque más que una oración dirigida a María es una oración con María. Es más, podríamos decir que el Santo Rosario es la oración de María. Cada vez que rezamos el rosario nosotros oramos con María y ella ora con nosotros. Como el pedido de una madre es poderoso ante su hijo, por eso la súplica de María es muy poderosa. Por ser una oración poderosa, la Virgen en la mayoría de sus apariciones siempre nos ha recomendado rezar esta oración. Ese también ha sido el mensaje de Fátima.
CARACTERÍSTICAS
El Rosario, como ya dije, es una oración con María a Cristo y la Santísima Trinidad. Por eso, podemos decir que el Rosario es una oración cristológica, cristo céntrica y trinitaria. Veamos cada una de estas características:
Oración cristológica.
El Rosario es una oración cristológica porque trata de Cristo. Veamos:
Jesús está al inicio del Santo Rosario, porque empezamos haciéndonos la señal de la cruz. Como sabemos, la cruz es el instrumento donde murió Jesús, Nuestro Señor y es el signo de los cristianos. Recordemos que para Pablo la Cruz es motivo de gloria. Por eso llega a decir: “Dios me libre de gloriarme, sino en la cruz de Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo” (Gal. 6,14).
El otro motivo por el que decimos que el rosario es una oración cristológica es porque esta oración está estructurada en cuatro clases de misterios: gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos. Ahora bien, casi todos los misterios que meditamos son episodios de la vida de Jesús, que están registrados en la Biblia. Solamente los dos últimos misterios Gloriosos tratan de María. Fijémonos:
Misterios gozosos
- La encarnación del Hijo de Dios. (Lc. 1, 26-38)
- La visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel. (Lc. 1, 39-45)
- El nacimiento del Hijo de Dios. (Lc. 2, 1-7)
- La Presentación del Señor Jesús en el templo. (Lc. 2, 22-34)
- La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo. (Lc. 2, 41 en adelante)
Misterios dolorosos
- La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní. (Mc. 14, 32-38)
- La Flagelación del Señor. (Mc. 15, 15)
- La Coronación de espinas. (Mc. 15, 16-19)
- El Camino del Monte Calvario cargando la Cruz. (Mc. 15, 21-22)
- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor. (Jn. 19, 18-30)
Misterios luminosos
- El Bautismo en el Jordán. (Mc. 1,9-10)
- La autora revelación en las bodas de Caná. (Jn. 2, 1-11)
- El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión. (Mc. 1, 15)
- La Transfiguración. (Mc. 9, 2-8)
- La Institución de la Eucaristía en la Última Cena (Lc. 22, 19)
Misterios gloriosos
- La Resurrección del Señor. (Mt. 28, 1-6)
- La Ascensión del Señor. (Mc. 16, 19-20)
- La Venida del Espíritu Santo. (Hch. 2, 1-4)
- La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos. (Cant. 6, 10; Sal 132, 8; Ap. 12, 1)
- La Coronación de la Santísima Virgen. (Ap. 12, 1; Lc. 1, 32; Jr. 13, 18).
Oración cristocéntrica.
El Rosario es una oración cristocéntrica porque tiene a Cristo en el centro, dado que en el Rosario varias veces rezamos el Ave María y esta oración tiene en su corazón a Jesús cuando decimos: “Bendito el fruto de tu vientre, Jesús”. Por tanto, cuando rezamos un Ave María bendecimos a Jesús y cuando rezamos el rosario cincuenta veces bendecimos al Señor.
Oración trinitaria
El Rosario es una oración trinitaria, porque en ella está presente la Santísima Trinidad. Veamos:
-La Santísima Trinidad está presente al inicio de esta oración, porque cuando nos hacemos la señal de la cruz decimos: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
-La Santísima Trinidad está en el Creo, porque en él decimos: “Creo en Dios Padre…, creo en Jesucristo, creo en el Espíritu Santo”.
-Después de cada misterio rezamos el Gloria, donde glorificamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
-De igual modo la Trinidad está al final del Rosario porque terminamos con la bendición: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Por eso podemos decir que la Santísima Trinidad está al inicio y al final del Santo Rosario. Con ella se abre y se cierra la oración.